top of page

Errores financieros que todos cometemos a los 20´s (y cómo evitarlos)

Cuando estamos jóvenes, la vida financiera parece sencilla: Ganamos dinero, lo gastamos y, si algo sobra, pues ya veremos qué hacer con ello. Ahorrar, invertir o pensar en el futuro suena bien, pero se siente como algo lejano, algo que solo los “adultos responsables” hacen, pero nosotros aún nos sentimos chiquitos, ¿verdad?


Además, tenemos la idea de “ya lo resolveré después”, porque sí, en nuestros 20’s queremos disfrutar, viajar, salir con amigos y darnos esos gustitos que hacen que el esfuerzo valga la pena, bajo el pretexto de “me lo merezco”. El problema es que, sin darnos cuenta, caemos en errores financieros que pueden hacer que nuestro dinero desaparezca (como los gastos hormiga, las tarjetas de crédito que empiezan siendo aliadas y terminan siendo un problema, etc.).


Lo bueno es que haciendo algunos ajustes en cómo administramos nuestro dinero, podemos disfrutar de la vida sin sufrir cada vez que revisamos nuestra cuenta bancaria. Así que aquí te cuento los errores financieros que cometí (o que vi a muchos cometer) y algunos trucos que me hubiera encantado saber antes.

 

Gastar sin control: Hubo un tiempo en la que mi lema era “para eso trabajo”, hasta que me di cuenta de que el dinero se me iba sin saber a dónde. No hacía cuentas ni sabía cuánto tenía, solo gastaba.

Pero, comencé haciendo un presupuesto sencillo, nada complicado ni aburrido; solo anotar cuánto gano, cuánto puedo gastar y cuánto quiero ahorrar o invertir. Al principio lo dividía así: 50% para cosas necesarias (renta, comida, transporte, etc.), 30% para diversión (porque sí, obvio quiero salir y disfrutar) y 20% para ahorro e inversión (porque el futuro también importa).

 

No ahorrar: Durante mucho tiempo, no destinaba nada de dinero a ahorrar, solo me quedaba esperando a ver si “sobraba” algo; y pues no, nunca sobraba nada.

Pero, automaticé mi ahorro. Mi cuenta bancaria transfiere una parte de mi dinero a una cuenta aparte sin que yo tenga que hacer algo. Así evito tentaciones y, cuando menos me doy cuenta, ya tengo una buena cantidad ahorrada.

 

Usar la TDC como si fuera dinero gratis: La primera vez que me dieron una tarjeta de crédito me sentía rica, que podía comprar lo que quisiera... Y pues no, no funciona así. Además, si pagas solo el mínimo los intereses te comen vivo.

Pero, empecé a usar la tarjeta solo para compras que sabía que podía pagar al final del mes, sin gastar más de lo que ganaba. Ya después de tener el control, pude diferir algunas compras a meses y ampliar un poco mi límite de crédito, sin exceder lo que puedo pagar.


No pensar en el retiro porque "falta mucho": La verdad es que entre más pronto empieces a ahorrar para el retiro, menos esfuerzo tendrás que hacer después.

Pero, entendí el poder del interés compuesto. El ahorro hoy puede crecer muchísimo en unos años. Me comprometí a ahorrar para el futuro, sin sentir que estoy sacrificando mi presente.

 

Si algo aprendí es que la clave no es dejar de gastar, sino saber hacerlo; si hubiera sabido esto antes, hubiera disfrutado aún más sin preocuparme después por las cuentas. Créeme que tu “yo” del futuro te va a agradecer cada buena decisión que tomes hoy.

¡Cuéntame en los comentarios si has cometido alguno de estos errores y si ya estás listo para evitarlos!




 
 
 

Comments


bottom of page