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El superpoder de levantarte y transformarte

¡Hola, valiente corazón emprendedor! si estás leyendo esto, es porque seguramente llevas dentro esa chispa que te impulsa a crear, a soñar en grande y a forjar tu propio camino aquí, en nuestro México. Emprender es una aventura increíble, ¿verdad? Llena de emoción, de retos que te hacen crecer y de la satisfacción de ver nacer tus ideas. Pero sé, y quiero que sepas que lo entiendo profundamente, que este viaje también puede tener sus momentos de incertidumbre y desafíos que nos ponen a prueba.


Hoy quiero que platiquemos de dos superpoderes que todos llevamos dentro y que son cruciales en esta travesía: la adaptabilidad y la resiliencia. No son palabras rimbombantes, créeme, son como tu brújula y tu ancla en medio de las olas del emprendimiento. Y en México, donde el 42% del ecosistema emprendedor está formado por jóvenes como tú, con edades entre 18 y 34 años, estas habilidades son más valiosas que el oro. Muchos de ustedes no solo buscan un sustento, sino crecer personal y profesionalmente, y solucionar problemas que ven en el mercado o en nuestra sociedad. ¡Eso es admirable!


El espíritu emprendedor en la juventud mexicana está que arde, y eso es fantástico porque las MiPymes, muchas creadas por jóvenes, generan más de la mitad de los ingresos y emplean a una gran parte de la fuerza laboral en el país. Pero, seamos honestos, el camino no siempre es color de rosa. A veces, nos topamos con desafíos como no conocer a fondo el mercado (¡le pasa al 35.8%!), la falta de dinerito para operar (liquidez), problemas con socios, una mala administración, o la dificultad para conseguir financiamiento. Y sí, a veces el tiempo no alcanza o faltan conocimientos técnicos específicos. Suena mucho, ¿verdad? Pero aquí es donde entran tus superpoderes.


Adaptabilidad: tu brújula para bailar con el cambio


Imagina que vas navegando y el viento cambia de repente. La adaptabilidad es esa habilidad mágica de ajustar tus velas y seguir adelante, ¡incluso encontrar una ruta mejor!. No es solo aguantar, es transformarte y prosperar con el cambio.


  • ¿Por qué es tan genial ser adaptable?

    • Te permite "pivotar": o sea, cambiar de estrategia inteligentemente cuando algo no funciona, sin perder tu esencia.

    • Aprendes de todo, hasta de los errores: cada tropiezo se vuelve una lección para mejorar.

    • Fomenta la innovación: te abres a soluciones creativas y a ver oportunidades donde otros ven problemas.

  • ¿Cómo ejercitar tu músculo adaptativo? (¡sí, se entrena!)

    • Sé un curioso insaciable: mantente aprendiendo sobre tu mercado, nuevas tecnologías y, sobre todo, escuchando a tus clientes. Dedica tiempo cada semana a investigar y aprender.

    • Abre tu mente al cambio: cuestiona tus propias ideas y anímate a probar cosas nuevas.

    • Experimenta sin miedo (o con menos): prueba ideas en pequeño, aprende rápido de los resultados, ¡incluso si no son los esperados!.

    • Rodéate de gente diversa: diferentes puntos de vista enriquecen tus ideas y te ayudan a ver lo que tú solo no verías.


En México, con tantas necesidades por cubrir y la digitalización abriendo puertas, ser adaptable te permite no solo reaccionar, sino crear oportunidades y ser un verdadero agente de cambio.


tu ancla para aguantar las tormentas


Si la adaptabilidad te ayuda a cambiar de rumbo, la resiliencia te da la fuerza para no hundirte cuando las olas golpean fuerte, y para seguir adelante con más aprendizaje. Es esa capacidad de levantarte después de un revés, aprender y seguir creyendo en ti y en tu proyecto.


  • Los regalos de la fortaleza interior:

    • Manejas mejor el estrés: el emprendimiento es estresante, ¡y mucho! La resiliencia te da herramientas para gestionar la presión y cuidar tu salud mental.

    • Perseveras ante los "fracasos": los tropiezos son parte del show. La resiliencia te ayuda a verlos como lecciones y a seguir intentándolo.

    • Mantienes la motivación: en los momentos difíciles, te ayuda a no perder de vista tus metas a largo plazo.

  • ¿Cómo construir tu escudo resiliente?

    • Cuídate mucho (autocuidado): tu bienestar físico y mental es la base. Duerme bien, come sano, haz ejercicio y date chance de practicar la gratitud por los pequeños logros diarios. Técnicas como el mindfulness o la meditación pueden ser grandes aliadas.

    • Crea tu red de apoyo: ¡no estás solo en esto! Busca amigos, familia, mentores o colegas emprendedores que te entiendan y te echen porras. Las comunidades de emprendedores son oro.

    • Adopta una mentalidad de crecimiento: ve los errores como oportunidades para aprender y mejorar, no como el fin del mundo.

    • Gestiona tus emociones: aprende a identificar y manejar lo que sientes, especialmente bajo presión, para tomar decisiones más claras.

    • Ten metas claras: saber a dónde vas te da dirección y un sentido de logro que alimenta tu fuerza interior.

En nuestro México, los lazos familiares y comunitarios son muy fuertes y pueden ser una gran fuente de resiliencia. Pero a veces, también pueden generar presión. Aprende a comunicar tus sueños y a buscar también apoyo en redes de pares emprendedores que entiendan tu viaje de una forma más específica.

El dúo dinámico: adaptabilidad + resiliencia = ¡éxito!

Estas dos habilidades no trabajan solas, ¡son un equipo!. La adaptabilidad te permite encontrar nuevas rutas cuando te enfrentas a un problema, y la resiliencia te da la fuerza para no rendirte mientras buscas esas nuevas rutas. Es un ciclo: ser resiliente te da la calma para adaptarte, y adaptarte con éxito te hace más resiliente. Juntas, multiplican tu capacidad de enfrentar cualquier cosa y salir fortalecido. Pero ojo, ni tanta flexibilidad que pierdas el rumbo, ni tanta rigidez que no puedas cambiar cuando es necesario.


Historias que nos inspiran: jóvenes mexicanos que la están rompiendo


Hay muchísimos jóvenes en México que son ejemplo de estos superpoderes. Pensemos en Javier Larragoiti (Xilinat), que transformó una preocupación familiar por la diabetes de su padre en un endulzante innovador. O Marco Mascorro (Fellow Robots), que está automatizando el futuro del retail con robots para inventarios. Paulina Arreola (El Lavadero) reinventó un servicio cotidiano como la lavandería con un modelo logístico súper eficiente. Diego Solórzano (Carrot) le apostó a la movilidad compartida y sostenible con autos eléctricos. Y Ulises Navarro Navarro (Newen) creó un detergente ecológico que ni necesita enjuague, ¡imagínate el ahorro de agua!.


¿Qué tienen en común? Además de ideas geniales, una capacidad brutal para adaptarse a los desafíos del mercado mexicano y una resiliencia a toda prueba para superar obstáculos y aprender de ellos. Muchos, además, nacieron de un propósito fuerte, de querer solucionar un problema real, y eso, querido lector, es un motor potentísimo para la resiliencia.


No estás solo: recursos y apoyo para ti


En México hay un montón de ayuda para jóvenes emprendedores:


  • Mentoría y capacitación: Organizaciones como POSiBLE y StartupLab MX te conectan con mentores. Plataformas como Crehana, Platzi y edX tienen cursos geniales sobre resiliencia, adaptabilidad y habilidades empresariales. FONDESO en CDMX y el IMJUVE también ofrecen talleres y asesoría.

  • Comunidades y grupos de apoyo: La Asociación de Emprendedores de México (ASEM) es un gran referente. Las incubadoras y aceleradoras también son clave. Conectar con otros emprendedores te da fuerza y te ayuda a no sentirte solo.

  • Recursos online: MOOCs en Coursera (incluso de la UNAM), blogs especializados y recursos de NAFIN están a tu alcance.


El reto a veces es saber qué recurso es el mejor para ti en cada momento. No te abrumes, empieza por identificar tu necesidad y busca con calma. Las redes de mentores y otras comunidades te pueden ayudar a filtrar.


Un último empujoncito: abraza el cambio y construye tu futuro

Emprender en México es un acto de valentía y pasión. La adaptabilidad y la resiliencia son tus mejores aliadas para este viaje. No son un destino, sino un camino de desarrollo constante.


Así que, ¡anímate! Cultiva estas fortalezas, invierte en ti, busca apoyo y recuerda que cada desafío es una oportunidad para crecer. Tienes un potencial enorme no solo para cambiar tu vida, sino para dejar una huella positiva en México.


¡El futuro es tuyo, constrúyelo con todo tu corazón y tu inteligencia!.


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